Prontamente, tuvimos a muchos de nuestros amigos visitándonos y preguntándonos que era lo que necesitábamos. No tenía ni la menor idea de lo que teníamos que hacer. Uno no planea para ese tipo de escenarios. Fue nuestro deseo el tener un certificado de nacimiento Guatemalteco para reconocer la vida de nuestra hija. Hacer eso no fue una tarea fácil pero mucha gente nos ayudo para poder obtenerlo y estamos muy agradecidos. Una de las primeras preguntas que nos hicieron fue, "¿Le han dado un nombre?" Si, tenemos su nombre. Aproximadamente un mes antes, en nuestro viaje a Miami para volar de ahi a Haiti, sentí que Dios me habia dado un nombre. En el hotel en Miami, escribi el nombre en un pedazo de papel para mostrárselo a Areli: Esther Nina Pope Martínez. Esther era el nombre de la abuela de Areli y Nina (pronunciado /nai-na/) era el nombre de mi abuela. Esther significa "Estrella" y Nina significa "Pequeña Niña." No sabiamos que seria llevada al cielo siendo una niña tan pequeña. El escribir su nombre en el certificado de nacimiento y de defunción fue demasiado difícil que lo escribi llorando. Hay algo poderoso en un nombre.
En la Biblia, por lo general los nombres significan algo. Existen varios ejemplos en los que Dios cambio el nombre de alguien, a quienes Él había de llamar: Abram a Abraham, Jacob (engañador) a Israel, Simon a Pedro, Saulo a Pablo. Pero lo que más me gusta es que Dios dice que Él nos dara un nuevo nombre.