Cuando el ventilador estuvo listo, nuestra hija fue llevada por el pasillo hacia la unidad de cuidados intensivos neonatales. Areli se estaba recuperando en el pasillo. Convencí al personal del hospital para que le permitieran ver el hermoso rostro de su hija... sólo por un momento. Areli combatiendo los efectos de la anestesia fue capaz de levantar su cabeza y de enfocar sus ojos lo suficiente para verla. Termino siendo los únicos segundos en los que iba a ver a su hija en este lado del cielo.