Nuestra hija estaba en el ventilador y el avión venia en camino. Se tomo la decisión de transportarla hasta la Ciudad de Guatemala en donde había un cuidado más avanzado disponible. Cuando llego la gente con el avión, la sacamos del ventilador y comenzamos a darle nuevamente oxígeno manualmente. Preguntamos su podíamos tomar prestada la cuna del hospital para el viaje, pero nos dijeron que era la única que tenían para transportar a los pacientes hacia el área de rayos-x. Nuestra hija estaba envuelta en toallas que se habían calentado en el horno. Y nos subimos a una camioneta para ir al aeropuerto más cercano. Como la esposa del piloto había trabajado como una enfermera en cuidados intensivos neonatales, yo me sentía más cómodo con ella cargándola y dándole oxígeno a nuestra hija.