Mientras me balanceaba atrás de la camioneta que iba rápido, tuve una revelación. Al principio no tenía mucho sentido para mí como a veces pasa con la verdad de Dios que es revelada. "No hay otro lugar en el que prefiero estar." Eso es lo que pensé y ¿cómo es que tiene eso sentido alguno? Mi esposa quien había casi muerto; una hija quien estaba muy cerca de morir. Eso tuvo sentido porque supe en ese momento que ese era exactamente el lugar en donde Dios me quería. No tuve duda alguna de que yo estaba exactamente en el centro de la voluntad de Dios. Solo así tenía sentido esa declaración. Estas circunstancias no eran alguna sorpresa para Él.